Salimos de Schlogen para afrontar los 60.5 km que nos esperan hasta Linz. En esta parte los austriacos mantienen el río de manera más natural.
Entre lluvias y soles nos paramos a almorzar en un chiringuito perdido de la mano de Dios, y estaban haciendo un espeto austriaco de caballas.
Continuamos camino y presenciamos en directo un "piñazo" en el que una austriaca se come el asfalto de la carretera por culpa de la mala maniobra de una ciclista. Nos paramos, atendemos y curamos a la rubia y tranquilizamos a la española. En un momento estaba el betadine funcionando.
Más adelante toca cambiar de orilla y otra vez a coger un ferry.
Otra vez a llover. (Regen)
De aquí a Linz un saltillo.
Una vez en el camping de Linz se acerca un hombre a preguntarnos por la bandera y viendo que habla español, hablamos con el y nos dice que tiene amigos y apartamento en la Cala del Moral. Al rato nos ha buscado para darle a Antonio una carta para los amigos.
Para terminar os enseño una foto del muslo. Para estar nublado y lloviendo.....
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